viernes, 8 de agosto de 2008

Adams, Richard - colina de Watership, La

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La Colina de Watership[R1]





Documento word - 365 Kb - Novela - Fantasía

BIOGRAFÍA

RICHARD ADAMS nació en Berkshire en 1920, y estudió historia en Bradfield y en el Worcester College de Oxford. En 1972 publicó su primera novela, La colina de Watership, que obtuvo la medalla Carnegie y el premio de literatura de The Guardian. Ha publicado seis novelas más, una autobiografía, el libro de relatos The Iron Wolf and Other Stories, y, en colaboración con Ronald Lockley, Voyage through the Antartic. También colaboró en la publicación de Nature Through the Seasons y de Nature Day and Night (con Max Hooper y David A. Goddard). Richard Adams vive en el sur de Inglaterra con su mujer Elizabeth, experta en historia de la cerámica inglesa.

TEXTO DE LA CONTRAPORTADA

La colina de Watership (Watership Down) es un gran clásico de la literatura contemporánea, traducido a veinte idiomas. Nacida originariamente de un improvisado relato que el autor hizo a sus sobrinos durante un largo viaje en coche, la obra, pese a estar protagonizada exclusivamente por anima­les, y de modo específico por conejos, se halla muy lejos de lo que suele entenderse por literatura para niños; al contra­rio, tiene el tono de una narración épica antigua, pero tam­bién encierra una crítica sombría y desesperanzada de las relaciones de poder, un alegato ecológico de extraordinaria eficacia y una reflexión serena y amarga, de resonancias es­toicas, acerca de la dureza de la vida y la necesaria acep­tación de la inevitabilidad de la muerte. “Esta historia bellí­simamente escrita e intensamente conmovedora es la obra de una imaginación extraordinaria” (Selima Hastings, Sunday Telegraph). “No puedo imaginar que ningún lector sensible salga de la lectura de esta novela sin haberse sentido afecta­do y cambiado por ella” (Newsweek). “Una historia impresio­nante, extraordinariamente interesante, agavillada durante más de cuatrocientas páginas por una poderosa imaginación que no tarda en obligarnos a darle crédito” (Nicholas Tucker, New Statesman).






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